Una sencilla operación nos basta para crear un nuevo espacio: extender el plano del suelo que sale del salón de esta casa. El salto de cota nos permite diferenciarnos del jardín, tomar una nueva perspectiva, diferenciarnos de él.
El podio se completa con una jardinera, que esperemos no en mucho tiempo, permita marcar los límites del nuevo espacio de manera sutil, sumergiendo este porche, en un mundo vegetal que se completará con la sombra del ficus y el jazmín.